Cerca para descubrir. Lejos para analizar. Libre para decir. Inmune a las querellas.



Japoneses como nosotros

Pinta mal esta crisis para los países mediterráneos. Según los sabios, la solución es trabajar más, más, más y más. Los grandes eruditos se han dejado los cuernos para llegar al topicazo acuñado en el siglo XII de que en el sur se vive dando palmas mientras en el norte se trabaja a conciencia.

Los mediterráneos arrastran la losa de trabajar menos que los demás. Eso se ha convertido en un axioma universal. El mundo va fatal porque los españoles, italianos, griegos y portugueses (estos últimos, sin duda, los más mediterráneos) están todo el día de farra mientras los chinos y los japoneses sacan nuestro mundo adelante.
Buscando para aprender de los maestros, he encontrado un ejemplo de compromiso con el trabajo ejemplarizante como pocos. Los japoneses no llevan el Marca, llevan un libraco con lo último en I+D, para no quedarse nunca obsoletos. Un obsoleto en Japón es como una Drag Queen en el Vaticano. No encaja. Así que están siempre al loro para no quedarse atrás. 
En Europa, un libro de semejante tamaño sólo tendría sentido para un italiano, que puede pedirle el teléfono a un millón de mujeres en un día. Cuando pensaba que las diferencias entre japoneses y nosotros eran insalvables, una vez más, las apariencias me engañaron.
Así que los japoneses se echan la siesta en el curro como ¡vulgares latinos! Y yo que había depositado en ellos las esperanzas para la recuperación mundial… Hoy es la siesta, mañana serán una nueva provincia mediterránea y el mundo habrá perdido una de sus opciones para salir del atolladero.

No hay comentarios:

Publicar un comentario